Un CPD o Centro de Procesamiento de Datos consiste en una ubicación física donde se concentran los recursos informáticos de cualquier empresa o industria, operando y difundiendo datos continuamente, así como aplicaciones.
Sin importar el tamaño de los CPD, estas instalaciones consumen una gran cantidad de energía, reuniendo además una alta cantidad de equipos cercanos unos de otros. Por lo tanto, se requiere de un lugar adecuado, ventilado y, especialmente, con un eficiente sistema contra fuego disponible.
¿Por qué se requiere de un SPCI en los Centro de Procesamiento de Datos?
El mal funcionamiento eléctrico, un sobrecalentamiento de los servidores u otras causas que suelen ser inesperadas, pueden llegar a ocasionar un incendio, que si no se extingue de inmediato, causará pérdidas irremediables y costosas.
En estos casos, contar con un SPCI es de gran importancia para extinguir el fuego de manera rápida y segura, minimizando el daño a las instalaciones y/o al personal laboral.
La mejor solución es implementar u optimizar sistemas de alarmas, rociadores y sistemas de supresión del fuego en base a agentes limpios, proporcionando un alto nivel de protección y menor potencial de daño a los equipos electrónicos sensibles dentro del CPD.
Novec 1230 y FM-200 son dos de los agentes limpios más utilizados en estos casos, capaces de extinguir el fuego de manera segura, sin toxicidad, sin residuos y sin daños al medio ambiente, equipos o personas.
Sea cual sea el agente que se elija, el sistema de alarma y supresión debe estar conectado a una interfaz de protección contra fuego del Centro de Procesamiento de Datos para su control, que permita:
- Activar el SPCI.
- Utilizar un sistema de supresión alternativo.
- Hacer sonar las alarmas de activación de los rociadores.
- Controlar manualmente la ventilación, así como otras funciones de seguridad.
En Diproseg somos expertos en sistemas de protección contra fuego adaptados a cada organización y entorno, siguiendo las normas establecidas. Nuestro objetivo es proveer de soluciones para que el humo sea detectado lo antes posible en la etapa inicial y que el fuego no se propague fácilmente, mientras que el agente supresor hace su trabajo y los activos no se ven afectados. Te ayudamos a tener un entorno seguro.